Lo ocurrido ayer en las elecciones locales que se celebraron en los Estados de Hidalgo y de Coahuila, arrojó varias lecturas que necesariamente obligará a las diversas fuerzas políticas del país a replantear sus estrategias rumbo al proceso electoral del año próximo. Y es que para ser sinceros muy pocos analistas políticos, por no decir que ninguno fueron capaces de visualizar el resultado electoral de ayer domingo. Porque si bien es cierto que en las dos entidades federativas donde hubo elecciones están gobernadas por el PRI, el resultado de carro completo que obtuvo el partidos tricolor en el. Estado de. Coahuila era impensable para todos. Es decir que el nombre de Andrés Manuel López Obrador no pesó para nada en el ánimo del electorado quien le ratificó su apoyo al PRI que se llevó las 16 diputaciones de mayoría que estuvieron en juego. Y aunque en el Estado de Hidalgo el triunfo del PRI no fue tan arrollador como en Coahuila, lo cierto es que duplicó los municipios que gobernaba y ratificó su presencia como primera fuerza política, pues entre las demarcaciones donde se alzó con el triunfo figuran los tres municipios más densam

ente poblados, incluyendo, desde luego su capital, Pachuca. Pero decíamos al inicio de nuestro comentario sobre la necesidad de que las diversas fuerzas políticas replantee sus estrategias rumbo al seis de junio próximo, porque evidentemente el nombre del Presidente Andrés Manuel López Obrador no fue factor ni tan siquiera para que Morena compitiera con decoro en las elecciones de ayer domingo. Pero bueno, habrá que esperar para conocer si Morena. será capaz de ratificar su fuerza mayoritaria en la. Cámara de Diputados, aunque desde ahora parece una hazaña imposible, habida cuenta de las reyertas callejeras que se viven hacia el interior de Morena y donde se culpa del estrepitoso fracaso electoral a su dirigente Jesús Ramírez Cuellar.