No deberá pasar más allá del día quince del próximo mes de septiembre cuando se lleve a cabo la renovación de la dirigencia del Comité Directivo Estatal del PRI que lidera Carlos Gandarilla García. De acuerdo con informes de la propia dirigencia partidista , solamente se está en espera de que el Comité Ejecutivo Nacional de respuesta a la petición para poder convocar al Consejo Político para definir cual será el método para renovar la dirigencia estatal. Por cierto que el líder estatal del PRI viajó esta semana a la ciudad de México y se estima que a su regreso el CEN del PRI ya haya autorizado el método de elección para de inmediato emitir la convocatoria respectiva para la elección de la nueva dirigencia. Hasta ahora son muchos los nombres que se han venido mencionando para entrar al relevo de Carlos Gandarilla. Sin embargo, habría que decir que hasta ahora el nombre de quien tendrá que realizar una tarea casi titánica para rediccionar al partido y lograr su transformación desde las bases para que vuelva a ser un ente político competitivo ante los nuevos retos que plantea la nueva realidad política de Sinaloa y de México. Y precisamente es aquí donde no cabe la menor posibilidad de una equivocación en el perfil que se escoja para la nueva dirigencia del partido, pues volver a los viejos moldes, sería tanto como decirle un adiós definitivo a la posibilidad de una resurrección del viejo partido. Y aunque sería ocioso enumerar en éste espacio los mismos nombres y desgastados perfiles que se han estado mencionando para el relevo de Carlos Gandarilla García, lo cierto que tal decisión le corresponde única y exclusivamente al inquilino principal del Tercer Piso de Palacio de Gobierno, por lo que de ninguna manera puede descartarse un sorpresa. Pero más allá del relevo natural en el PRI, habría que decir también que el partido fue quien entregó las mejores cuentas al Comité Ejecutivo Nacional, lo que le mereció un reconocimiento al trabajo realizado por la actual dirigencia encabezada por Carlos Gandarilla García. Y es que más allá de que en verdad pudiera parecer muy magro lo que se logró rescatar en el pasado proceso electoral, lo cierto es que se superaron las expectativas electorales que se tenían pues hubo un notable incremento de la votación respecto a la elección inmediata anterior. Y ahí están los números que no mienten, pues casi la totalidad de los candidatos a las alcaldías superaron de manera importante la votación obtenido en el proceso anterior. Pero bueno, nadie, ni por asomo, pudo prever el rechazo ciudadano a la partidocracia. Pero hasta aquí por ahora. Gracias y hasta la próxima DM.